dos niñas

Había una vez dos niñas que por alguna razón infantil se dejaron de hablar (tan infantil y sin sentido que podría jurar que ya ni se acuerdan). Crecieron y vivieron vidas muy diferentes aunque nunca se dejaron de frecuentar, por obligación no por gusto. Cada vez que se reunían se sientía la tensión en el aire que incomodaba a los demás. No platicaban ni compartían amigos. Juntas pero sin algo en común. Mejor dicho, sin ganas de compartir. Ahora esas dos niñas se tienen que ver más seguido y arreglar cosas juntas, pero, obvio, no pueden. Las dos creen que la otra está tonta y sólo actúa por molestar. No aceptan razones. Nunca solucionan nada y los demás debemos sufrir las consecuencias.